UNAS VACACIONES ESPECIALES EN LA GRAN SABANA

Creo que todos tenemos una necesidad de ayudar al prójimo, y nos conmovemos hasta las lagrimas cuando vemos escenas de niños africanos que mueren de hambre y enfermedades o niños asiáticos abandonados y maltratados. Y ciertamente nos hace humanos que estas escenas nos peguen en el corazón.  Pero pareciera que nos hemos hecho inmunes a la pobreza y a las carencias de nuestros hermanos venezolanos. Quizas a fuerza de pasar siempre por el mismo barrio, por la misma esquina donde una mama indígena pide limosna mientras amamanta a su hijo o por el mismo semáforo donde un niño descalzo hace malabares, ya no los notamos y forman parte de nuestro paisaje cotidiano.

El verano pasado tuve la oportunidad de ir a hacer labor social en Santa Elena de Uairen en una fundación llamada Aldeas de Paz. La fundación la maneja un señor alemán que vino a Venezuela hace mas de 15 anos y que cuando llego al país se enamoro de la Gran Sabana. Se conmovió con la necesidad de la comunidad de la zona y decidió quedarse para trabajar con ellos. Así fundo Aldeas de Paz una organización con sede en Santa Elena de Uairen  y cuyo objetivo principal es crear una plataforma para el intercambio cultural entre comunidades necesitadas y voluntarios internacionales.

Mi hermana y yo éramos las únicas voluntarias venezolanas, compartimos esta experiencia con gente de otras partes del mundo. En mi caso participe en el programa de educación, trabajando con niños de la comunidad de Manakri.

No hay nada mas enriquecedor que trabajar con niños  a quienes haces felices con tan solo de prestarles un poco de atención y siempre dispuestos a  aprender. Son niños que carecen de muchas cosas materiales que para nosotros resultan básicas, pero a quienes les sobra la curiosidad y las ganas de aprender. Además pudimos viajar y conocer las bellezas naturales de la Gran Sabana.

Mi experiencia en la fundación fue inolvidable, me hizo sensible a unarealidad que siempre ha estado ahí pero con la que nunca había tenido contacto tan cercano. Tengo que reconocer que soy afortunada por las oportunidades que tengo y ahora lo agradezco a diario. Pero la oportunidad que mas agradezco es la de haber pasado mis vacaciones trabajando en Aldeas de Paz.

Los invite a visitar ALDEAS DE PAZ.  También estoy a la orden para compartir detalles de mi experiencia.